jueves, 28 de diciembre de 2017


-La llegada-

Me decidí buscar pureza, en la que cada acción correspondía una honrada respuesta.

Mis caminos me llevaron a múltiples lugares, mi ultima ciudad que ha dejado desconcertado todos mis sentidos. Establecido en búsqueda de nuevas artes. Me encontraba en un oscuro lugar, una vieja construcción fría donde era complejo interactuar con toda la clase de criaturas que habitaban. En su mayoría duendes oscuros, uno que otro titan de aquel clan. Y algunos técnicos de ciudad que organizaban el funcionamiento del lugar. Me encontraba en un lugar alto de aquella construcción desarrollando técnicas. El lugar funcionaba sencillo, yo expresaba y reinterpretaba un par de ideas, y había un pago por ellas. Monedas de oro.

Sin embargo mi estancia me llevaba a establecer relación con seres. El sabio azul era el encargado de darme ordenes. Y se encargó de relacionarme con algunos de estos seres. En ese recorrido varias veces hubo resplandecientes rayos, que no sabía de donde provenían.

-Contacto con los rayos de luz-

Mi vista ignoraba un ser que parecía dejarme gratitud y excelencia. En un principio eso lo era todo. Cegado en la posibilidad ( misma que debí mantener hasta el día de hoy ) no deje opción.Y cada palabra de ese ser parecía ensuciarse con actitudes mundanas de 1 minuto. Que enegrecían su aura dorada.

Esa aura dorada aparecía varios días en las semanas. Convivía con la luz. Incluso terminando el trato con el sabio Azul y deslindandome de aquel lugar. Algo en mi buscaba aquella luz.

Fui en búsqueda de horizontes cercanos para no perder distancia entre su luz y yo. Encontré un lugar donde ofrecer mis servicios especiales y recibir mas monedas de oro. La luz estaba cerca. Por gracia mía.

El tiempo cegó mi visión y vi perfección después de sentir su resplandor tan cerca. Ya nada importaba un aura dorada seguía mi camino. Los mejores momentos existieron en presencia de la criatura. Pero el tiempo endulzado por esos destellos me llevó al desquicio y a estar en jaque a diario. La vida entre tropiezos arrastraba a un camino desconocido. El aura dorada llenaba mi vida entera. Yo era feliz de hacer feliz a un ser celestial.

Dejé mis armas, mis mapas, y todo lo que llevaba en los caminos recorridos del pasado. Olvide que iba a hacer antes de cruzarme en aquel lugar donde habitaba toda el aura dorada. La mala suerte empezaba en un inicio. El aura dorada estiraba mi ilusión a su realidad. Yo no podía descartar la posibilidad de vivir lleno de luz. Pero tampoco dejarme embriagar por los destellos. Mi cordura se inclinaba a lo majestual ignorando los estirones en el pecho de algunas palabras.

Todos los días el aura dorada estaba en mi cabeza, incluso cuando estaba en el hostal donde permanecería un largo tiempo. Y era goce ir a su escondite y pasar las noches buscando algo que nos hiciera vibrar. Fui yo o tal vez el pasar de los días que me inyectaron sedentariedad. Nada era mucho y Mucho era nada. Esa bella aura me miraba a los ojos y no podía dejar de actuar. Pero el caminar de los días regresaba la enegrecedora mundanidad. Que yo ignoraba y lloraba después de tanto tiempo sin soltar lagrimas en mis recorridos.

Pude ver seres que atentaban la atención del Aura dorada... fue mi camino a una locura controlada. El celo empezó a existir. Y fueron sus risas a la angustia lo que empezó a tornar la realidad de distintos colores. Era luz pero ya no era dorada, ahora era purpura oscuro. Empece a notar la imperfección ...

-Camino embriagado de luz-

Los días pasaban y palabras enegrecían la luz dorada. El aura celestial permanecía dorada hasta encontrar un nuevo motivo para provocar decaídas en mi ser. Y ahí estaba yo lleno de ideas en la cabeza. Parecía ya tener ojos para cada situación. Me perdí en los caminos. Y la angustia crecía.

Hubo momentos fuertes ... yo cada vez parecía embrutecido en su aura purpura o dorada daba igual. Sentir la iluminación fue de las cosas mas bellas que se presentaban en la vida. Un misterio completo que me provocaba intriga y anhelo.

No buscaba torturarme yo mismo, pero cada tonalidad purpura me provocaba ansiedad. Necesitaba huir para siempre, pero no lo iba a hacer. Regrese a mis viejos caminos de explorador. Y busque hasta donde nos se puede buscar. Tenían cara y nombre  aquellos que se toparon para recibir el néctar de luz.

Algunos expuestos por la misma bella narcótica aura. Otros llegaron en mi afán de descubrir por que el ser celestial necesitaba mas atención.

Desde hacía mucho tiempo las bebidas de Merlín me provocaban adicción. Hace muchos años que me volvía adepto a los encantos del alcohol mágico. Lo cual me rompía en veces y los estragos de aquella bebida eran desorbitantes. Sumado con la luz purpura me terminaron en un agresivo estado. Donde las palabras de mi boca no se contenían. Era la única manera de gritar a un ser celestial que yo estaba entregado a una convivencia eterna, que no toleraba los estragos de su aura purpura.

Lo peor nunca viene. Siempre esta presente. El bello ser celestial, el aura celestial. Mantenía presente a un viejo recuerdo principalmente. Tal vez mas recuerdos, pero había uno latente y vivo. Que tal vez debí empuñar mi espada desde el primer día. Pero siempre los espíritus que me acompañaban desde mis viejos caminos me decían "No vale la pena empuñar la espada por una causa desconocida"


...

Los días pasaban y dejaba de sentir adoración. Varias veces intente soltar el ser celestial. Pero siempre el resplandor me dormía ...

Nunca pensé en sentir la altura, pero al final mi estadía me proporciono cierta luz. Luz que emanaba de mi pecho, y que no era posible controlar. Un efecto no duradero tampoco, esa habilidad no era mía. El aura dorada aparecía, ese ser celestial me tenía embrutecido, enviciado. Pero con una mueca en el rostro. Ya no sentía adoración definitivamente. Si no privilegios de los destellos.

Continuaba la angustia, tenía deseos de asesinar a quien sintiera esa luz de la misma forma que yo. Mi vida se mostraba alterada, y recuerdo su sonrisa maliciosa.

Debía dejar ese camino ...

(continuara)

-Los viajes de Eckler-

miércoles, 27 de diciembre de 2017


Te busqué entre realidades solo para encontrarme con finales rotos, y amargos tragos.

Tal vez nunca pensé bien ... tal vez no calculé bien ... tal vez hace millones de años moriste para nunca regresar.

-diario de un extraño-

La vida cobra o tal vez no ... cada acción.

Imagino aquel mundo perfecto del cual ya no podría estar dentro. La pureza murió y un sabio creció.

Se limitan el número de pasos, el exceso de placeres, gustos, y venenos. Solo un árbol para descansar en un mundo lleno de imperfecciones perfectas. Únicos e irrepetibles. . . adoloridos y llenos de goce.

Cuestiono el poder natural impredecible ... Las mentes dispersas que parecen siempre dañadas, y los brillantes que parecen perfectos. No se olvidan las mentes dispersas que se vuelven brillantes, y las mentes brillantes que se vuelven maliciosas.

Incalculable el poder de cada decisión y cada influencia en los individuos. Hace mucho tiempo el poder mental disminuyo ... los individuos reaccionamos negativamente, y miramos siempre hacia la ruina de alguien mas.

-notas de Carl Gustav-