La izquierda no esta llena de psicópatas como la derecha.

Me siento impuro y sin tanto honor cuando me dicen zurdo, por que no soy nada ante los majestuosos izquierdos de verdad. Tengo un historial y aun posturas de derecha que enegrecen el alma.

Mis pecados y errores manchan el hermoso colectivo de gente humilde de corazón y honesta de vocación... no me siento suficiente. Por que hay gente de alto valor que se manifiesta ante situaciones de injusticia.

Incluso llegue a pensar que dejar de fumar marihuana cambiaria mi postura hacia la izquierda, pues confieso que escuché los debates del 2018 con el corazón roto, lleno de alcóhol y marihuana...fue miel escuchar a Andres hablar de México con amor y orgullo.

Hace poco deje todo vicio en mi vida que no fuese la música, dibujos, y jugar Zelda...

Y sigo creyendo en el colectivo.

Ir a la izquierda es sentir tu alma llena. Es creer en que el individuo no es nada si no tiene su hermano a un lado. Que los salarios deben ser justos. Que los mas necesitados obligatoriamente deben tener recursos. Que los ricos solo son buenos cuando realmente apoyan al colectivo. Que de nada sirve un buen traje si no es para defender los estomagos de los que nada tienen. Que la violencia no se ataca con mas violencia. Que el amor es cuando compartes el pan. Que la vida es plena cuando sueltas prejuicios. 

La derecha me pudrió el alma en mi niñez y juventud.

Me puso a la defensiva todo el tiempo. Es una doctrina donde el olvido es menester menos en la apariencia. Donde todos son enemigos, aunque se digan amigos. Donde importa tu cartera y no tu conciencia.

¡Viva la fuerza de trabajo!

¡Viva la izquierda!

Honor a quienes siempre han partido su pan en pro de los demás, mi amor a ustedes es infinito.