jueves, 12 de abril de 2018

En  alguno de mis momentos mas oscuros nadie sostenía el cuerpo blanco.

Todos eran demasiado oscuros, demaciado inteligentes.

Arrojamos desesperanza ... y yo ya no podía dormir bien... ni comer bien.

Una rutina asesina mas mortifera que nunca, absorbía toda la energía.

-diario desconocido-

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