empiezo a percibir el aroma de la crueldad ...
Sigo caminando y mi olfato sigue guiando a una excelsa belleza. Capaz de romperme, capaz de aterrorizarme.
Una sonrisa que parece pesadilla en la oscuridad trauma mi pecho. Desemboca heladas cascadas en mi estomago.
Y muero por ahullar, por rugir ... pero aun no rompo la barrera. No estoy seguro si gritare a la luna su nombre o gritare en unisono con la manada...
-diario de un feral-
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