En mi mente siempre triunfa el mal y pretendo ser un punto blanco en un universo completamente oscuro...

Me muevo lo mejor que puedo,

Destruyo las raíces de sangre oscura.

Pero innevitablemente me come, inevitablemente... Soy la mancha blanca en el negro total...

Es dolor mantener el blanco, la cordura, y todo el amor...

La vida no me enseñó...

La vida me mostró muchos de sus personajes,

Algunas intensificaban mi iluminación... Otras reafirmaban que era un punto blanco en una infinidad negra... Siempre pesó con tanto cansancio mental lo negativo...

No se donde poner este cuerpo, la verdad es que donde se sostenga... Parece la psicosis del negro eterno buscando rebeldía en un mundo que se pudre y florece...

Nunca se calla, nunca termina...

Todos los días hablamos ustedes, yo, y todos los pensamientos encimados mientras hablan...

No sostengo la mirada a veces por que quiero dejar la animidad mental, quiero dejar de dar marcha a la instensa maquina.

El rechazo siempre se sintió innevitable...

Adios a las buenas personas, adiós a la magia del encanto...

Todo el brillo en sus ojos se perdía cuando la cordura desaparecia... Pero lo perdido nunca se recupera...

Pero tampoco se puede ser actor, tampoco se puede actuar 24/7... Este mundo al borde de la maravilla y de lo nefasto, te provoca a la mascara, pero la mascara pierde su efecto...

El dilema de estar vivo, el dilema de la cordura... Entiendo a aquellos que en su lejana cueva hicieron un hogar.

-notas de un pasajero-