Una historia perfecta que ... ahora es polvo sobre mis manos...

Aun me duelen las noches.

Me dolecen las ilusiones...

Hablo solo pero conmigo...

Dejo de reprocharme pero cada mirada al libro me destruye la retina... y perfora mi corazón.

Promesas de amor, años dorados...

Ya no existe aquel horizonte...

Me duede cada letra de cada palabra, de cada oración, de cada párrafo, de cada capítulo, de cada libro. Me dueles dentro y fuera, te amo y me siento tan patético de no poderte cuidar con mis brazos... de haber perdido la apuesta al destino.

Recuerdo las veces que dije que no y me torturan. Me torturan todos los momentos que negué tu compañía, a pesar de no hacer nada malo, tu eres especial. Y como los discipulos con Jesús... no había nada mejor que tu compañía. Aunque a veces solo eras una niña... eras el sueño de todo hombre. Yo no estaba enamorado de tu belleza exterior que derrochaba tanto paraíso, no, eran las horas que había conversado contigo. La persona mas maravillosa...

Y ahora es polvo en mis manos... 

Toda arrogancia estoy pagando...

De igual forma dijeron que asesinaste a mi fantasma seduciendo de mi amigo...

Después de todo... es mucha poesía intensa y termina en nausea y vomito.

Ya no creo en el amor...

Por eso he sido un fracaso todas las siguientes veces...

Aunque cuando me encontraste yo estaba muerto a pesar de lucir galante... tu boca restauro mi vida antinatural... estoy muerto sin tí... creo que una parte de tí lo sabe, pero soy muy orgulloso para gritarlo...

Me estoy cayendo a pedazos siempre que abro esos tomos prohibidos... que me invitan a soñar con tus cabellos, para llorar en la oscuridad. Termino escribiendo, anotando mis fracasos... algún día no producira tanta melancolía tu fotografía.

Algún día tus tomos no abarcatan toda mi librería.