Odio siempre fue mi segundo nombre pero con la nobleza que me dio mi linaje intente detener esa cruel semilla que creció en mi. Lamentablemente no pude evitar que se apoderara de mi esa furia y locura. Pensamientos de asesinar a aquel imbécil que no este de mi lado, desmembrar al que arruine mi paz, empalar al que se burla de mi a mis espaldas, descuartizar a el que se burla de este caballero...

Lamentablemente con el odio mi honor, mi espada y mi armadura se han vuelto oscuras, negras. Perdí el alma, gane fuerza y ferocidad. Mi rostro se ha quedado con el ceño fruncido, y me es imposible ya sonreír. He perdido mi belleza. Pero gane respeto, todos le temen el sonar de mis pisadas. Y yo les odio a todos, no hay nada que mas odie que al buen hombre que era antes.

-diario de un caballero oscuro-