Caminando entre jardines bastos, me perdía entre el follaje, se sentía el aire fresco, pude notar los detalles de múltiples plantas que invitaban a relajarse ... Mientras mas caminaba sobre este jardín, mas me apetecía recorrerle ... Seguí recorriendo. Miraba majestuosos arboles, bellas flores, grandes hojas, ramas extrañas. Colores en tonalidades diferentes a las captadas por mis ojos en otros lugares.

Seguía caminando y me encontré con puertas sobre las ramas y follaje. Abría cada una de ellas y me invitaban a otro jardín diferente, pero sin perder la estética, siempre arboles, siempre flores, siempre hojas y ramas, también se representaban riachuelos con piedras, y fuentes naturales con rocas. Un deleite a la retina, no podía dejar de recorrerles. Mi mente recordó a aquella divinidad que me había rescatado hace poco y que vivía entre mis brazos por las noches. Le quería llevar a ese bello lugar.
Seguí recorriendo jardines, puerta tras puerta. Infinidad de detalles, una majestual belleza, parecía yo estar en los campos elíseos. Me sentí embriagar al final, mis ojos estaban enajenados, y solo podía dar vueltas y reír tras todo lo que miraba, seguí caminando en línea recta hasta llegar a una puerta sin follajes, era de color rojo, y tenía una cara extraña con una expresión de sufrimiento.

Mis ojos se quedaron clavados en esa cara, podía sentir su dolor, clavada mi mirada, empezaba a escuchar lamentos, gritos de dolor y auxilio. Empezaba a sentir calor, lo que se miraba alrededor de esa cara se tornaba en otros colores. Empecé a sudar mucho. Me sentí retornar al mismísimo infierno. Volteé a mis alrededores, y los jardines desaparecieron, solo miraba rocas oscuras sobre ellas pieles muertas, carne sin piel de diferentes especies. Empecé a oler putrefacción... Mis dientes se apretaron con fuerza, me llene de cólera, y mi ceño se empezó a fruncir ... Cerré mis ojos para calmar un poco mis respiraciones...
... sentí calma ... sentí un airé fresco que me atravesaba el cuerpo ...

Abrí mis ojos y estaba de vuelta en el jardín... estaba de frente de aquella puerta, y el rostro que estaba en esa puerta, ahora se deleita con una sonrisa siniestra y los ojos a medio cerrar. Era aterrador quedarse mas de 2 segundos contemplándole ... Algo en mi me llamaba a abrir aquella puerta, pero una parte de mi también me hacía reflexionar sobre si era un pase de regreso al infierno...

Me he quedado sentado observando y analizando lo que puede haber detrás, puedo observar que me espera otro bosque, pero puede ser un truco para volverme a arrastrar a los infiernos. Vencí una vez los trucos del mal, y pude morir de no ser por la bella divinidad que beso mis labios en los límites de aquel infierno...

Parece que la mejor opción es volver mañana por la mañana ... esta anocheciendo y pudiese perderme en estos jardines...

-nota de un cadáver-