El sabueso, el fantasma, el bruto. 

(entre locura y realidad, pierdo el suelo, mi tesoro mas grande es observado por otros ojos) 

Deseo la muerte o sepultura en la nada a esos enemigos míos. Malditos bastardos que dejan rastros, dejan huellas. Su ladrido contra mi canto, su inexistencia contra mi densidad, y su estupidez contra mi cerebro. Cada uno con una debilidad y un modo de derrota diferente. Yo ya me había enseñado a no odiar ni a el peor de mis enemigos, pero las circunstancias y mi falta de control mental me han llevado a la ira, a regresar a la oscuridad. A descontrolar mi ser, a buscar alejarme de las vidas humanas. A buscar las armas prohibidas, pero esta vez no buscaré cosas sagradas para defender mi ser, esta vez pelearé al desnudo, dispuesto a sacrificar mi vida. 

Pese a no estar protegido, esta vez usaré mi mejor arma una vez mas, mi intelecto. No soy el mas fuerte eso lo se, tampoco soy una persona condecorada por conocimientos, pero mi supervivencia marcada en cicatrices dentro y fuera me dan la mejor puntuación en experiencia. Se caminos que nadie conoce, he lidiado con gente que no existe...

El sabueso, perro cualquiera buscando mi tesoro, aullando a gritos. Pero que patético, no tiene oportunidad con mi rugir. Sin embargo no deja de arrojar sus heces cerca de este territorio, no deja de seguir ladrando. Un sabueso no puede matar a un lobo como yo. El perro esta derrotado.

El fantasma, maldito atormentador, te postras enfrente y esperas que aterrados sigan tus peticiones. Te maldigo, te hago mi enemigo, en un inicio lidiaba con mis emociones tratando de no evidenciar mi locura frente algo que no existe. Sin embargo has dejado marcas en mi territorio, y has aparecido cuando todos los ojos duermen. Buscando aparecerte y recrearte. Tu tiempo a terminado, no lo entendiste. Es una pena que no pueda desangrarte. Pero tengo algo para ti, la vela de mi antiguo héroe, capaz de alumbrar toda oscuridad y desaparecer todo espectro. El fantasma esta derrotado.

El bruto, el mas fuerte de los 3 pero el mas imbécil de ellos. No es inteligente, y negociar con el es muy fácil. Es un rival impredecible, posé algo mas de valor que todos, tiene una fuente de energía ilimitada. Sin embargo, mi experiencia contra demonios y dioses deja como un infante a este individuo. No es rival contra mi intelecto y mi fuerza juntas. En fuerza estoy seguro que puedo molerle a golpes mi entras el muele mi carne contra mis huesos. Un combate reñido, sin embargo mi factor "inteligencia" puede costarle la vida en cualquier movimiento. El bruto esta derrotado.

Malditos engreídos que se atreven a tocar mi preciado tesoro, aun desaparecidos, mi cólera no va a desaparecer hasta dentro de mucho tiempo… les maldigo por alterar mi paz, por hacerme sentir el odio una vez mas...

-diario de un barbaro-