Pareciera una necesidad la búsqueda de dolor para sentir la motivación a caminos creativos. Recuerdo ser yo varias veces un necio, recuerdo caminar como un burro de carga solo en dirección de mi frente. Horrorizado cuando existe cambio de caminos, cuando los planes son alterados, cuando mi caminar se ve alterado. 

A veces horrorizaba mi mente con escenarios sin razón alguna, solo el miedo. Un miedo humano, miedo que puede destruirse con el asesinato, lamentablemente yo no soy esa clase de sujeto. Camino en la oscuridad con miedo, a pesar de mi pulso acelerado mi valor y mi miedo se fusionan, entonces mis pies siguen caminando. No es difícil de lograr si tus maestros fueron excelentes (algunos ni siquiera existieron), aquellos que escondían su miedo con decisiones rápidas en momentos agitados. 

El miedo existe cada hora, pero el valor también siempre presente. Hace unos años mi filosofía fue arrojarme a lo que mas me aterrorizaba y no importaba el resultado, el miedo habrá sido combatido. Hoy los cordones de mi motor se sienten algo sueltos, aunque no todos. Me sabe a deslealtad, me sabe amarga la sangre que regresa a mi sistema. Si hago una guerra pierdo todo, si hago una amenaza me pondrán en duda, y si callo se repetirá un ciclo silencioso. Siento la hipocresía, pues mi todo se perfila hacía una dirección, y mi mundo se perfila en espacios muertos a otra dirección. Donde mis ojos no miran va en dirección contraria. No es una seguridad que ahora mi mundo se perfile en mi contra ... quizá el esfuerzo y el o los sucesos son solo ecos ... quizá mi mirada observo lo que deseaba ... sin embargo mi rectitud y mi cuadradez no permiten aquella flexibilidad. Se que nada es blanco y negro, y que todo se maneja en matices pero no niego mi decepción.

El mantener el ciento y en otra parte una unidad no obedece a alguien honorable ... el honor reconoce a aquel que abandona su vida para servir a lo que su corazón es leal. 

-diario de un héroe-