Hasta del sueño mas profundo puedo recobrar conciencia ... sentirme abatido, y buscar miles de veces mi razón. 

Entre terremotos, diluvios, infiernos, urbanizaciones cerradas, conventos antiguos, e incluso Pangea. Atrapado en la realidad que me toque, a veces fallezco, otras sobrevivo. Regularmente todo va solucionándose, viviendo a merced de mis propios mundos. Incluso mis actitudes cambian, pero al final logro notar el fallo en realidades, cuando no terminan con mi vida logro hacer lucidas las realidades. 

Cuando tomo el poder soy un dios, aunque intentan lastimarme, ahogarme, incluso hacerme caer de peñascos. Tomo el control, y sigo haciendo lo que me plazca. Puedo volar, hacer que aparezca gente, ver rostros que no miraba en años, vencer a cualquiera, aunque olvido un poco el heroísmo. Y hasta que mi intelecto se aburre regreso a México en el 2016.

Ese es un sueño con buen final. Pero no todos los sueños terminan con victoria, he sentido tanta tristeza en estas realidades. He sentido tanto arrepentimiento, he sido víctima de mis propios movimientos. He perdido mi honor, mi vida, el autoestima. Y a veces recobro el conocimiento, que esa no es mi historia, ni tampoco mi vida, que aunque parezca ir todo en piloto automático, aun puedo buscarme a mi mismo. 

Alguna vez llegué a despertarme pensando que era otro sueño, después el sueño me tendió una trampa, me regalo mi realidad y me hizo creer que era mi vida. Después de mi muerte o el cansancio regrese al plano mortal. He vuelto con el pavor de aterrizar en un sueño, un sueño dentro de otro sueño. Pesadillas y Fantasía ... de cualquier forma siempre despierto.

-diario de el soñador-