Y de rodillas podría pedir lo que no has ofrecido ... y como un animal esperar en aquella piedra.

Moverme entre las ramas y regresar para buscar aquel aroma. Sin importar si vas a tocar mi nuca o solo a guardar distancia. Hay tanto que quisiera saborear, y tanto que contengo.

No importa, siempre existe la posibilidad de tenerte a unos centimetros aunque sean kilometros. Y es que desde hace mucho lo imposible no existe en mi cabeza ... por eso duermo tranquilo imaginando que no duermo solo.

Una vez arrancado el sentír animal en noches de fuego, solo deseo acariciar aquel rostro ... y sin temor a si mis manos son asperas para tu bella piel ... o delicadas para tu magnificente forma.

Me abrazo al poder de las posibilidades. Un viejo me lo dijo, yo puedo ser quien quiera...

un animal, un caballero ...

-diario de un extraño-