Ella tenía todo para brillar, pero cometió un par de estupideces que le hicieron perder aquel interés sincero y despreocupado que yo le tuve. Juro que desde la primera ocasión que mis ojos se le clavaron sentí la necesidad de casarme con ella. De compartir mi vida, de protegerle ... con el tiempo seguí frecuentando aquel lugar, y cada vez que le miraba, ya no se sentía ni percibía su inocencia, ya no percibía su tristeza. Solo veía a una niña que tenía ganas de ser una mujer aprovechada... Hasta que paso lo inevitable, se convirtió en lo que ansiaba ser ... perdió su inocencia y tristeza, para convertirse en una bella mujer aprovechada ... en antiguos viajes me hubiera encantado intentar con una mujer así, pero ella no brillaba por ese emblema, ella brillaba por inocencia, y pureza...

Yo no tuve el valor de sacarle de ahí a tiempo, pero tampoco miré interés de su parte ... ahora ya no me interesa, no quiero ni cantarle ... alguna vez mis palabras fueron amor a su persona, ahora mis palabras son de decepción a una mujer cabrona ...
pero no te odio, solo ya no me interesa tu compañía...

-diario de un mujeriego-