miércoles, 19 de octubre de 2016

Con una mano en el pecho y otra en la cabeza ... masajeando los máximos exponentes a lo que llamo corriente de emociones. Psicológico, pues el corazón es solo una fuente de energía a todo el cuerpo, pero años han atribuido el sentimiento a el. 

Y así es, el corazón, o el cerebro haciendo doble función. Una llena de sentimientos y una llena de razón. Con frialdad y con calor. Contradicciones y aciertos. Un extraño equilibrio, el estado constante de un ser humano con un cerebro activo. Rebosante de materia gris y punzantes sentimientos.

Mi cuerpo y mente están dispuestos a no fracasar. Los caminos de el trayecto de vida muestran que el humano esta hecho a base de fracasos. Y el miedo es el factor mas grande que no permite evolucionar. El amor es parte de la involución, no por ser algo bello, si no por ser un dolor en el pecho y en la raíz de los sentimientos. A veces transformando la desaprobación en aprobación, el odio en amor, y el amor en desprecio. No hay manera de salir intacto en vida de todas las situaciones de amor. 

Alguna vez fui enamoradizo, otras frívolo, muy recientemente en un equilibrio entre el corazón y la razón. Se desbordan los 2, la desventaja es que mis lagrimas se derramaron en inicio. Mis ojos están secos ahora, y mi razón quedo a flote. Me duele el ser yo el aventajado ahora. El ser yo el causante de lagrimas y tener el corazón bombeando hacia el mismo ser que sus ojos húmedos son hacia mi. Una contradicción quizá, supongo el amor de cupido seso para entrar al amor maduro. Uno que busca paz mas que emociones fuertes.

Ya no puedo destruir mi cuerpo y mi ser, esperando regenerarse... todo a base de una palabra, a merced de mi musa, pidiendo como un gran menester. Me decidí a bajar la velocidad, a cuidar de uno mismo antes de proteger a alguien mas. No por egoísmo, si no por amor propio. Y esto no significa desprecio hacia el amor en pareja, al contrario, es el método perfecto para disfrutar el amor en pareja.


-notas de un ensayista-

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