miércoles, 5 de octubre de 2016

Hay un par de demonios acechando el área donde me encuentro. Les he visto poco, huelo su aroma a cientos de kilómetros. Hace no mucho me les enfrente, me dejaron inconsciente, decidieron no matarme. Siendo yo una persona con tantas vivencias en la línea de guerra. Tantos amigos que vi morir, tantas personas que no pude salvar. Pensaba era mi momento de fallecer aquella vez, ¡Pero, no!

Estoy vivo me dejaron inconsciente y con el cuerpo destrozado. Esto es muy extraño, pues cuando les confronte vi como hacían sublimes baños de sangre con los individuos que les hacían frente. Escuchaba el crujir de los huesos, el sonido de las pieles desprendiéndose de la musculatura, y los gritos de dolor de tono infernal. Les hacían lamentarse. Tenía yo tanta sangre en mi cuerpo de la fuente sanguinaria que se presentaba. No era noticia para mi, después de haber tenido romances con monstruosidades en mi pasado, hacer el amor con una tarantula gigante con rostro excelso mientras esta devoraba fetos de pequeños demonios. Esa situación con estos 2, no era algo impactante en mi.

Esto no causaba el frenesí de excitación, si no un frenesí de valor. Una vez mas pelear desinteresadamente por vidas ajenas. Aunque no pude evitar los desmembramientos y la masacre que ya llevaban esos 2 infames. Quizá aquellos que se les enfrentaron tenían deseos de morir ante las dos grandes aberrantes formas. Tal vez ellos buscaban ese último grito de batalla, y no deseaban que nadie se interpusiera en su honorable muerte. Mi cuerpo en ese momento estaba listo para destruir, para desmembrar, morder, partir, moler...

Cuando me les acerco a esas 2 criaturas grandes con texturas y telas negras en sus extraños cuerpos. Voltean con unos grandes ojos rojos, con temor, con angustia. Era como si gritaran y se pavonearan de miedo. Empezaron a abalanzarse sobre mi, entre ese llano, cálido y seco lugar. Un tentáculo tomo mi brazo, y una gran pata filosa en forma de cuchilla salía de el tórax de uno de esos malditos. Sentía iba a ser partido en pedazos, mientras el otro abría su gran mandíbula para comer mi cuerpo. Logre desprenderme y recibir un corte en mi brazo. Ocasionando una gran irritación en mi ... era turno de mostrarles mi honorable arma y compañera. Mi espada Murakumo, mi compañera desde un viejo viaje a el sol naciente...

SWIING! THOOOOOM! SLAASHHHHH!

Tres movimientos de espada y estos individuos estaban partidos en grandes pedazos ...
-AIIIIIEEEEEEEEEEEEEE- Sonaban a unísono graves sonidos, gritos de dolor, aquellas aberraciones gritaban...

Miré como sus partes parecían ser atraídas como por el magnetismo hacia el hierro ... Era horrible, todas sus partes volvían a su lugar y se escuchaban terribles gritos, también en tono grave ...

Mi mirada se nubla, veo como corren ambos monstruos hacia mí, a una velocidad que no soy capaz de parar, mientras veo borroso y tomo mi espada por las dos manos esperando cortar hasta en ceguera. Los gritos cada ves son mas cercanos, mi mirada se tornaba gris, y empieza a oscurecerse un poco mas ... No veo nada, intento blandir mi espada, no siento el cuerpo, solo escuchaba gritos de aquellas bestias. Cada vez sus gritos sonaban mas lejanos, cada vez aumentaba el silencio. Hasta que dejé de oír ... Y deje de existir de alguna manera. Abrí mis ojos, no se en que momento, no logro recordar, ahora me encuentro acostado sobre una piedra. Con el cuerpo débil, con tantas dudas. Con ciertos temores ... Y puedo olfatear que su pestilencia no se ha ido de este mundo. Huelo esa carne vieja, de animales y humanos que transpiraba su cuerpo...

-notas de un guerrero-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Eres libre de expresar ...