Tan solo una noche y se rompe un pacto.

En una noche se rompe el contrato. Ella sintiendo el frío por las calles iluminadas. El buscando el calor de su amada en su casa. Todo paso tan rápido. El hielo actuó como vigorizante a los impulsos.

No faltaron muchos esfuerzos de los pretendientes de ella, ni los amigos de el para un gran tropiezo. Ella cedió a los encantos de un tipo en la barra. El se dejo llevar por las curvas de una prostituta que sus amigos presentaron.

Cae la noche hasta llegar casi a un amanecer. Ella tomando su bolsa de la cama del habilidoso con las palabras que la hizo tropezar. El poniendose la ropa y despidiendo a la que fue su servidora en traición.

Los caminos a casa parecen separados y a deshoras. El llega y ella aun no esta. Camuflado con su estadía en casa, duerme el sin importarle ella. Cuando el termina profundamente dormido ella entra por la puerta. Ambos aromas extraños, el olor barato de la mujerzuela, y la colonia del habilidoso conquistador.

Cuando el pacto se rompe, la hipocresía en ellos crecía en la mañana. Ambos esforzando por no soltar una verdad que sienten innecesaria de expresar.

Pero la mirada delata, los olores también. Incapaces de besar y solo pensar en que diablos sucedió la noche anterior....

-rumores, el desgarre silencioso-