martes, 4 de febrero de 2020

En algún punto mis ganas se rompieron ... Aparentemente a los 7 años...
A los 11,  vacíos en mi mente palpitaban que no había nada tras la muerte.


Resistente al cambio... Anti-evolutivo ... Y esos pecados que atormentaron mi mente.

Me volví pereza ... Me volví prisionero del mundo. Y desde hace años meditan formas y pensamientos de escapar de un terror. El atormentador de mentes...

Un capricho tras otro ... Y en un punto vomitar y no saber que es merecer. Ni que es humildad...  Pedir duele, necesitar también, nunca logré equilibrar.

Una caricia, una mirada ajena a la familia hacían liberar corrientes sanguíneas de felicidad ...
Mis sentimientos explotaban. . .
Pero los caprichos y vacíos eran fuertes.

Mi vacija me invita a llenar mis momentos con alguien más ... La inseguridad mermaba y decantaba quien merecía ..

El olvidar invertir sentimiento y amor en uno ... Una ecuación difícil de balancear.

Uno no aprende naturalmente ... Parecía una constante cobardía quedarse callado.

Todo es difícil y complejo. Nadie entiende y mis palabras no son suficientes para expresar que se siente ahogarse en un vaso de agua.


Mis sueños y el acercamiento a el final. No es muy tarde pero tampoco temprano. Si muero que sea acercando a mi verdad ... Quién soy ...  Bueno eso depende del día, del ánimo, de la fecha ... Todo y nada

-diario de un lunático-

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