martes, 8 de septiembre de 2015

Alguna vez melancólico y convencido que el amor no existía. Afirmé que mi amor estaba atrapado entre épocas y eras, que mi bella amada estaba apartada siglos lejos de mi. Me había equivocado...

En esta vida encontré su luz, pensaba que moriría con extraños recuerdos de algo que nunca existió. Pero ahí estaba tan bella en cada movimiento, y mi brújula ya algo rota y confundida no apuntaba correctamente; su belleza alteraba el magnetismo de mi brújula. La verdad se revelaba cada vez que existían metros de distancia a su cuerpo. Se confirmaba cuando sentía sus manos ... el roce con su piel me afirmaba que el llamado de aquella doncella era ella.

Se revelo el misterio ... ella es todos esos recuerdos inexplicables, ella la responsable de la actividad constante de mis sentimientos y pensamientos. Se activa algo extraño en mi, sin duda le volví a encontrar. Cada palabra suena perfecta, cada beso, cada caricia ensamblan perfecto ... no existe espacio raro en cuestión de amor, no se siente como si estuviese haciendo algo incorrecto. Se siente que estoy haciendo lo correcto... que no estoy engañando a mi cabeza, a mi cuerpo, a mi alma, a mi corazón ... en verdad siento que todos los sentidos están excitados y en su máximo nivel.

Ella y yo después de cientos de años volvemos a estar juntos... Soy capaz de cualquier cosa para mantener su presencia a mi lado hasta mis últimos días ... no volveré vagar con su recuerdo por toda la eternidad. Esta vez seremos eternos...

-diario de un extraño-

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