¿El censurar mis palabras haría un cambio significativo o daría lo mismo si mis letras se expresaran sin piedad sin pasar por aquellos filtros?

Es que acaso soy un adicto a balancear  las cosas o un imbécil por no adaptarme a la realidad... no soy parte de la moneda que mueve al mundo, llevo contracorriente, me he vuelto adicto a esto, a ser el que se queda desde las sombras aceptando el triunfo, el que desprecia con fuerza la arrogancia y acobija viejos dichos...

-nota de un lunático-