enterrado muy en el fondo... con tal de no aparecer en la escena final.

Sabían que mis impulsos no dejarían sus planeas florecer. Sabían que sin contarme investigaría y llegaría hasta el final. Por eso decidieron enterrarme, por que pese a respetarme no compartían mis ideales.

Decidieron apartarme de sus cosas, de su maquiavelismo. Sabían que yo era una contracorriente. Me conocían tan bien que ni ellos apartándose y noqueandome iban a mantener mi intensidad apagada. Sabían que los buscaría. Así que usaron de sus mejores cartas para callarme. Me enterraron en una vieja caja, dí pelea lo que pude, hasta donde el aliento me alcanzo y las fuerzas respondían, pero al final acabé en esa caja. Lo último que percibí son mis ojos viendo tonalidad roja, mi nariz respirando sangre, mi boca tragando el fluido rojo.

Hoy estoy encerrado y hambriento en este lugar. Tengo sed y el cuerpo a dolorido. Mas que mis carencias físicas, la impotencia de no poder detener aquellos planes hórridos de los que alguna vez fueron mis amigos. Me queda poco oxígeno, y un odio grande. Sus últimos planes incluían asesinatos, genocidios; hablaban de un bien mayor que necesitaba un poco de sangre. Se sintieron dioses... Sabían que yo nunca iba a dejarles proseguir ... ahora es muy tarde ... nunca debimos jugar a ser vigilantes ...

-nota de un titán caído-