viernes, 4 de septiembre de 2015

No existe nada que me haga acobardarme ... pero existen muchas cosas que pueden hacerme sentir que los órganos son arrancados de mi cuerpo.

En cierto punto de mi vida he caminado buscando recibir todo el daño posible, siempre he buscado perder, siempre he buscado sentirme salvador. Dar mas de lo que reciben mis manos. He buscado las temperaturas mas altas y mas bajas, las condiciones menos favorables dentro de lo que se puede para sobrevivir a mi medida. Busqué en lo desconocido y lo conocido. Cambie para encontrar la humildad en mi mente y en mis palabras. Reía de la alegría y lloraba de la tristeza. No reía de la tristeza y lloraba de la alegría. Buscaba paz, buscaba algo que curara el vació. Mi cuerpo envejeció, mis gestos se remarcaron, me volví mas necio, pero nunca deje de ocultar si algo me agradaba de verdad.

Cediendo un poco al camino del destino empecé a mirar mis pasos como una bendición. Deje de sentir la necesidad de amor. Aunque existieron toques de melancolía varias veces. Poco a poco se incendiaban viejos recuerdos. Deje de sentir celos por mujeres. Sin faltar su respeto les perdí el interés para refugiarme y depositar mi sueños. Me volví antipático, y un tanto egoísta.

Con el tiempo me he transformado en una atrocidad ...

-notas de Henry Vgyer-

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Eres libre de expresar ...