Que tu cuerpo se haga sal ... y tu voluntad se disipe ...

Quiero caminar en un lugar donde la arrogancia no tenga lugar... Donde cada paso no pueda percibir el veneno. Y tu eres parte de los comandantes de la soberbia ... esos que me provocaron la muerte alguna vez... Aquí en la Tierra una boca en bellos jardines reestructuraba mi carne ... la vida volvía con una nitidez y una fuerza de color ... mis días monstruosos habían terminado.
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Una joven recogiendo el cuerpo de un muerto ... esa boca parecía ser aguaviva ... recuerdo mis tejidos y mi horrible aspecto ... y como cambiaba a merced de su boca ... La voluntad de un muerto cambiaba...

Pero recuerdo como mi carne se desprendía a su voluntad cuando sus cejas fruncían o parecía haber fallado ... el ardor insoportable ... y una carcajada en la oscuridad...

Me ahogue en palabras mixtas ... pero era la soberbia lo que me desprendía de la regenerada carne... lo que causaba mas dolor y gritos en la oscuridad.

Tengo meses deambulado descarnado ... regresando a mi estado monstruoso. Ese que era capaz de devorar el sistema oseo de los guardias del infierno...

Ese comandante de la soberbia ... camina entre realidades. En el infierno es capaz de destruirme a polvo, en la tierra puedo infiltrarme sin ser detectado ... aunque mi aspecto es poco humanizado...

-diario de un "no muerto"-