jueves, 16 de marzo de 2017

Nunca fui el mejor en alguna cosa, ni si quiera llegue a primeros lugares, un par de veces quizá tuve reconocimientos en alguna cosa pequeña. 

La ansiedad se volvió mi amiga, y la falta de persecución de sueños mi mantra (un mantra negativo) ... empece a crear situaciones horribles en mi cabeza. Sonidos, Imágenes, Sabores, Olores, Dolores ... un cínico pensador en toda la palabra. Mis orígenes son sencillos y creo mi final será igual. Todas esas cosas que no existen aun, parece ser que no van a existir nunca. Al menos no de la forma que fue planteado aquí arriba. No logro arrepentirme de mis manías, y nunca recuperé el conocimiento a los 6 años. 

El vacío siempre come mis sentimientos, mi felicidad, y todo lo que hace brillar una humanidad sana. ¿Pero que me van a decir esos idiotas? Les he visto doblarse, les he visto cometer adulterio. No por juzgar lo digo, mas bien por corruptas actitudes que tienen mientras sonríen y todos piensan que son los grandes seres humanos. Me he hartado de la vecina Mabel, mate a varios de sus animales. Así es me convertí en asesino alguna vez. O  que decir de el vecino Lucas, siempre poniendo cosas escondidas. Me repugnan esas actitudes. He visto gente tirada en la calle y moribunda recibiendo disparos en la frente, lo peor es que pareciera que necesitaban la bala en la frente. Dejo cagada la banqueta durante mucho tiempo. Su aroma destruía mi paz. 

Mi madre parecía amarme, cuido sola de mi. Tuve muchos padres, muchos tíos pero ninguno se quedaba hasta el final. Mi madre trabajaba en un bar, en inicio no sabía que hacía exactamente, solo daba un beso en mi frente y partía. Un día no volvió, nunca regresó. Me quede solo frente al televisor, pase una semana enagenado y preocupado. Fue extraño mirar su foto en las noticias, en ese entonces la muerte no era un concepto claro para mi.

Policías llegaron a casa, preguntando cosas extrañas. Cosas que no supe como contestar. Me intentaron mirar a los ojos para decirme que mi madre había fallecido. Preguntaron si tenía mas familia, o alguien que pudiera cuidarme. Un extraño ceso de parpadeo me abundo, dejé de respirar, mi vista se nubló. Amanecí en un cuarto blanco, y un juguete mío estaba en mis brazos. Mi tigre de peluche, mitad plástico mitad cojín. 

Mi vida muto a otra cosa, las noches frías y yo no podía cerrar mis ojos. Estaba viviendo en una mansión con muchos niños. No tenía confianza con ellos, ni si quiera era capaz de contar mis desgracias. Tomábamos clases en esa mansión, aprendí algunas cosas pero no siento que fui brillante. Veíamos televisión una vez por semana, recuerdo que ponían películas sobre dios. Yo quería ver caricaturas. Fue muy horrible mi estancia en ese lugar.

Cierto día los niños decidieron hacerme una broma. Lo saboreaba desde el principio, mi boca sabía a peligro. Olía su sudor, estaban ansiosos. Caí por las escaleras de la mansión. Mi cuerpo adolorido,  la caída le dejo una marca amarga, y todos reían. Las risas nublaron mis oídos ... mi visión era borrosa ... ellos estaban lentos ... Logré pararme adolorido. Subí las escaleras lo mas rápido que pude. Ví las caras de los niños que parecían ser los que hicieron que yo me cayera. Tome el cuello de uno, pero este me respondió con un golpe directo a mi boca. Escupí mi diente en su cara y le arranque la oreja. A otro me abalance sobre el y mis dedos entraron en sus ojos hasta perderse en el fondo. Para ese momento yo ya estaba manchado de sangre. Y el último niño que ría tome el cinturón y con la hebilla golpeaba su cara hasta que se marcara rojo oscuro ... 


-notas de el diario de Chuck"el esquizofrénico"Matthis-

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