jueves, 4 de mayo de 2017

Pronto zarparemos, yo hacia un océano y tu hacia otro. Fue grato encontrarte en una isla mágica. Llena de esperanza, llena de felicidad. Obstáculos de varios tamaños, pero siempre equilibrado con una gran dicha. 

Supongo que ya has zarpado. Me he quedado en el muelle. Una nota mental me deja amarrado al muelle. Embellecí de mas y ensucie de mas con mis palabras el verdadero concepto de dos seres compartiendo un espacio. Infernal paraíso. La sensación de amor y odio es constante, supongo que así son las despedidas. Algunos tardamos mas que otros en asimilar un adios.

En estos momentos cuando viene amor, necesito el odio, y cuando viene el odio necesito del amor. Equilibrando una ecuación. Mi bote aun no esta listo, no es miedo a zarpar. Necesito mas fibra de vidrio en la quilla. No puedes caminar con un hueso roto, necesitas arreglarlo. Sigo en un muelle en la isla que ha perdido toda la magia. 

Claro que se pescar, claro que se navegar. Sigo anclado, la quilla esta bien. No existe un impedimento que me haga quedarme. Tal vez la manía a la necedad. Algo en mi sigue necio. Incluso cuando desenredo las cuerdas y llego lejos. Veo mi sombra estable en ese lugar. ¿ Es brujería acaso ? 

Por mas intentos de cosas sanas y buenas, algo no parece curarse. Y lo peor es que la respuesta esta en mi cabeza "Nunca existió magia". Iba recorriendo con una ilusión, a veces ni si quiera escuchaba con tal de no perder esa imagen. Recuerdo heridas, costillas abiertas, sangre en nuestras manos. Interacciones múltiples, y una competencia de dos por la razón. Palabras que cortaban, actitudes que agotaban. Tus palabras, mis actos. Y es que era perfecto encontrar el pretexto para estar recostado compartiendo un espacio. Debo aclarar que no había descansado tan bien en mi vida. Tal ves sea eso, la sensación del mañana. Mañana quiero amanecer a tu lado, mañana quiero despertar sintiendo el cuerpo caliente. Y escuchar esa voz, olfatear los cabellos, y acariciar sin cansancio. Ecos de la dicha de un pasado. Un pasado diferente ... 

Sigo esperando el momento perfecto para partir, es complicado. Los cuchillos siguen atorados, mi garganta despedazada. Me agrada que solo es a ratos, pedazos de mis días me recuerdan aquel muelle. La verdad es que yo también zarpé ... Pero sigo sintiendo que estoy en el muelle. Como esperando algo, como prediciendo algo. Aun con la claridad que no estas en el horizonte. Espero esta noche no venga la angustia a repartir dolor. Espero esta noche no vengan tus demonios a buscar mi dolor. 


-diario de un navegante-

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